Mil disculpas por los casi 4 meses de ausencia. Que no piense nadie que me fui de crucero a celebrar mis bodas de plata, no, no, que no están los tiempos. Vino el Verano y con él los calores, el cansancio y los desplazamientos, buscando relax, playa y olores fuera de la cocina. Con la vuelta al cole y en brazos del Otoño, al que os doy la bienvenida, vuelvo con esta receta que hizo las delicias de las jóvenes de esta casa y no tan jóvenes, ya que de todos es sabido las pasiones que arrastra el chocolate. Ingredientes 250 gr de Cobertura de Chocolate con Leche en gotas Valor 100 ml de leche 50 gr de azúcar 2 yemas 4 hojas de gelatina neutra 350 gr de nata líquida 100 gr de bolitas Tres Chocolates Valor, para decorar Procedimiento Se pone a hervir la leche junto con las yemas y el azúcar. Cuando empieza a hervir, se retira del fuego y se le añaden las hojas de gelatina (previamente remojada en agua fría y escurrida). Se añade la cobertura de chocolate con leche. Se remueve hasta que la pasta quede fina e integrada. Se deja enfriar a temperatura ambiente hasta que esté tibia. Se bate la nata hasta que quede a medio montar y se mezcla suavemente con la pasta anterior. Se vierte en copas y se introduce en el frigorífico. Se decora con Bolitas Tres Chocolates.
La textura de este mousse queda mucho más densa con el empleo de la gelatina. Personalmente prefiero la textura más volátil, la que se deshace más rápido. Sin embargo, el sabor del chocolate con leche me ha sorprendido en su versión de mousse ya que solemos ser más amantes del chocolate puro. Aquí os dejo a Claudia probando, disfrutando y haciendo sus mejores críticas.
Llegar hasta aquí no ha sido fácil. Nos conocimos siendo muy jóvenes y con prisas por vivir decidimos hacer el viaje juntos sin pensar lo que nos esperaba. Al hacer balance a los 25 años de casados y ver las dos hijas que tenemos, disfrutar aún de nuestros padres y contar con el apoyo de nuestras familias, no puedo más que dar gracias. Ninguno de los dos pensó que sería todo tan diferente a los primeros años, que discutiríamos como leones, que siendo tan distintos compartiríamos un proyecto en común, que tras genios tan dispares habría una relación tan duradera. Hoy día, cuando nuestros jóvenes hablan de que el amor no paga el alquiler, la respuesta tan solo está en una palabra: el Amor. Quiero dedicar esta receta, en mis bodas de acero (yo paso de la plata, que no me gusta fregar) a mi compañero de viaje para quien tengo una sola palabra: gracias Vicent. Ingredientes 1 bote de lichis en sirope (de venta de supermercado Corte Inglés) 275 gr de biscuits Roses de Reims 60 cl de nata para montar 60 gr de azúcar 2 cucharadas soperas de agua de rosas 3 hojas de gelatina (3x2gr) 1 sobre de azúcar vainillado Procedimiento 1.Poner a remojo las hojas de gelatina en agua fría. 2.Mezclar la nata, el azúcar y el azúcar vainillado en una cazuela. LLevar a ebullición. Bajar el fuego y dejar cocer unos 5 m removiendo. Fuera del fuego, incorporar las hojas de gelatina escurridas y mezclar. Reservar. 3.Separar los lichis de su almíbar, volcando el almíbar en un plato. Añadir el agua de rosas. 4.Añadir los lichis a la crema y mezclar. 5.Sumergir los biscuits uno por uno en el sirope perfumado a la rosa y tapizar el fondo y los lados del molde, con el lado plano contra las paredes del molde. No apretar, no se tienen que aplastar. 6.Verter la mitad de la crema con lichis en el molde. Cubrir con una capa de biscuits remojados y verter la crema restante con lichis. 7.Cubrir el molde con un film para que quede todo bien prieto y meter en el frigorífico al menos 8 horas. 8.Desmoldar con ayuda de una espátula despegando de todos los lados y volcar en una fuente rectangular.
Para una ocasión tan especial compré los biscuits Roses de Reims aquí. Si queréis hacerlos vosotras mismas, Trotamundos tiene en su blog una receta que vale la pena probar, en su post habla también de la historia de estas galletas y nos ofrece unas fotos preciosas. La textura no es tan esponjosa, yo remojé demasiado los biscuits. De todas formas, hay dulces que parece que estén congelados antes de cortarlos, sino no se explica. Ahora bien, el sabor es una locura, la mezcla de los lichis con el agua de rosas te transporta y los biscuits son tan bonitos!!!! La receta la vi en la revista Saveurs. Decir que Vicent contribuyó bajando al parque a por las florecillas a falta de unos pétalos de rosa que tenía yo en mente.
Esta tarta de queso es la preferida de Albert Caruso, chef bilbaíno que conocí a través de Twitter. Dice que suele hacer la receta doble para que le salgan de dos en dos, porque con una no tiene suficiente. La verdad es que está muy buena. A mi marido le encantó, yo prefiero la de Elena Calabuig que lleva huevo. Albert me enseñó por correo a hacer la gelatina de encima cuya textura es más fotogénica que la de la mermelada. Todo y que me pilló con un manojo de hierbabuena, parece que la tarta de queso y frambuesas salió bastante vistosa.
Preparad un molde desmontable de unos 28 cm. con la base de papel de horno porque se pega mucho. Ingredientes 800 ml de leche semidesnatada 600 ml de nata para montar 600 ml de queso Philadelphia 3 cucharadas de azúcar 2 sobres de cuajada de Royal 200 gr. de mantequilla unas 15 galletas, yo utilizo Digestive de Fontaneda mermelada de frambuesa un poco de Armagnac o Cognac 2 hojas de gelatina de 2 gr. Procedimiento 1.Primero ponemos las galletas en un trapo de cocina y las aplastamos con un rodillo hasta que se hagan polvo. También lo podéis hacer con la Thermomix. Luego las ponemos en una sartén antiadherente con la mantequilla previamente hecha pomada y le damos un poco de fuego incorporándolo todo. 2.Repartimos bien esta masa en el molde igualándola en el fondo con una cuchara y metemos el molde en el congelador mientras elaboramos la crema y la gelatina de frambuesa. 3.Ponemos en un cazo la leche, la nata, el queso y el azúcar y calentamos a fuego bajo. Cuando ha cogido calor le añadimos los 2 sobres de cuajada Royal (cuidado con los grumos) y llevamos con mucho cuidado a ebullición. Retiramos del fuego. 4.Dejamos templar un poco la crema de queso y la ponemos encima de la base de galleta. Metemos la tarta al frigorífico. 5.En una sartén antiadherente ponemos 4 cucharadas de mermelada de frambuesas, 4 cucharadas de agua y el Armagnac y dejamos esfumar el alcohol a fuego bajo. Añadimos en caliente las hojas de gelatina que previamente habremos remojado y escurrido bien. Mezclamos hasta que se incorpore todo. 6.Cuando la tarta lleve una media hora en la nevera, ya le podemos añadir la mermelada templada echándola encima despacio, protegiendo con una cuchara la crema de queso para que no se mezcle. De todas formas, la crema de queso con los sobres de cuajada, cuaja muy rápido. 7.Metemos la tarta en la nevera y esperamos al menos 3 horas hasta que esté bien fría. Estas tartas suelen estar mejor a las 24 horas y duran hasta 4 días. Yo la decoré con frambuesas y hojas de hierbabuena. La gelatina se puede hacer con cualquier mermelada y conseguir otros tonos de color. Desde aquí le doy las gracias a Albert por ser tan simpático y tener la gentileza de compartir una tarta tan exquisita y enseñarme algunos trucos.