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15.7.08

Calabaza especiada con arroz basmati


El viernes pasado Eva me invitó a una conferencia de iniciación a la Macrobiótica. A lo largo de este tiempo habréis podido notar mi intento de abandonar ciertos alimentos y la búsqueda de la salud a través de la alimentación. Me habían hablado de un oncólogo naturista buenísimo, que también padece cáncer, porque vamos a ser realistas, el cáncer es presente y no pasado, no vale decir: tuve cáncer, qué narices, el cangrejo está ahí y mi responsabilidad es, como en el cuento de los 3 cerditos hacerle las paredes lo más rollo muro posible para que no salga de su escondite....... . Este médico, de quien tengo dos libros fantásticos publicados por él, pasa consulta en Girona y aunque queda muy lejos de mi ciudad pensaba acudir. Sabéis también por otros posts que los libros de Montse Bradford, entre otros, están siempre encima de mi mesita de noche y que la medicina ayurvédica me despierta mucho interés. Cual fue mi sorpresa en la conferencia cuando todo lo que se decía coincidía con mis búsquedas y mis intenciones de poner en práctica este tipo de alimentación. Esto no es ninguna dieta, es decir NO a la carne, lácteos, quesos, natas, cremas, salsas, fritos, alimentos refinados, azúcar, sal refinada, cereales refinados... para incrementar legumbres, tubérculos, frutas oleaginosas (aceituna, almendra, aguacate, nuez..), cereales integrales con gluten y sin gluten, leches vegetales, verduras y hortalizas verdes, rojas y blancas en forma de ensalada y gazpacho (a ser posible biológico), germinados y frutas del tiempo.
No os explico lo que es la Macrobiótica porque en google viene mucha información, pero es muy sencillo, comer lo que te da la Tierra en cada estación y de la forma menos elaborada posible. La Macrobiótica no cura el cáncer pero sí puede ayudar a que no se propague según los expertos. Mañana tengo consulta con Patricia y ella ya me irá orientando. La verdad es que yo ya estaba medio introducida en esto pero la decisión ahora es más radical, o somos o no somos.

De momento adopto la postura de mi sobrina Marina (que siempre me da la espalda cuando voy a hacerle una foto con lo guapa que es) y doy la espalda a la forma en que venía cocinando para iniciar una nueva aventura, sí, sí, aventura, porque mi familia no se sube a este barco, no os vayáis a pensar que es que llevo tripulación, no, inicio el viaje solita, quizás en algún puerto alguien se suba a mi barco. Y tengo tanta suerte al encontrar personas tan maravillosas que me han avisado de que ni una imposición ni media, ni una bronca, cada uno que coma lo que quiera, tiempo al tiempo. De momento y aunque quede un poco escatológico, con el arroz integral, el baño y yo ya empezamos a flirtear, antes nos llevábamos fatal. Uy, pero si ha quedado fisno, fisno!!!!. Y como ejemplo esta receta:

Ingredientes
una calabaza pequeña o media de las grandes
2 dientes de ajo
una cucharada de cominos rallados o machacados
1/2 cucharada de mostaza blanca
perejil picado
aceite
sal

Preparación
Se corta a dados la calabaza. Se sofríe el ajo laminado y se añade la calabaza cortada. Se añaden las especias y un poco de sal. Se baja el fuego. Se cuece en su propio jugo, no hace falta añadir agua. Se espolvorea con perejil antes de servir.
Se acompaña con arroz integral basmati hervido.

Cuando estaba a medio terminar se me ha ocurrido añadir media manzana a trocitos y quedaba de cine. Aunque la foto ya estaba hecha, es una sugerencia. También deciros que si encontrais el arroz soso, podéis añadir gomasio (sésamo con sal marina) que le da un sabor muy bueno y contiene mucho calcio. A mí se me ocurrió casi al final de la comida, iré experimentando.
SALUD