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10.2.09

Pátina de alcachofas


Mientras las heridas cicatrizan, la vida sigue y hay que comer.
Esta receta está inspirada en el libro De re coquinaria del supuesto autor Apicius. Y no viene de mí sino de la mano del arqueólogo, que siempre anda pululando por la cocina, con una mano la cervecita y con la otra la cuchara para probar y decir que me he pasado con la sal, haciendo sermones que se refieren al origen de lo que comemos, de los recipientes que utilizamos, etc.
Hay días que tengo las cosas claras y no le hago ni caso pero otros, me dejo llevar y esta vez, estaba yo más receptiva de lo habitual e iba a hacer unas alcachofas ahogadas con ajos tiernos cuando de repente entró la voz de la sabiduría y dijo: qué vas a hacer?. Alcachofas con ajos tiernos, me las pelas y así luego no me amargan las manos?. Vaaaaaaaale, dice con una mezcla de conformismo e ilusión. Pero no les quites el rabo, que las blogueras dicen que es lo más sabroso ehhhh!!!. Llego y me las había sesgado, la liamos pero rápidamente reconduzco la receta. Sofrío las alcachofas, añado ajos tiernos a trocitos y las tapo para que cuezan. No conforme vuelve a meter mano: podrías poner unos trocitos de jamón. Jamón? Ahí le estás añadiendo estrellas a las alcachofas ehhh!!! y además había pensado en salirme hoy de la receta y ponerle algo de tomate para que salieran más jugosas. Añado unos trocitos de jamón y rallo tomate en un plato. Me dice: el tomate lo tienes que poner abajo. Pero qué dices?, abajo de dónde?. Mira, coges la cazuela y le pones una camita de tomate, encima las alcachofas que ya tienes cocidas con los ajos y jamón y.... y qué más????? Pero nos aclararemos?? Y pones un huevo para cada uno. Ahora quiere un huevo. Le digo: pero el huevo lo pongo entero y se cuece que a mí me gusta mojar la yemita!!!!. No, no?, los huevos se baten y se tiran encima antes de meter la cazuela al horno. Manda huevos!!!!!. Teníamos la camita, encima las alcachofas con los ajos y jamón, batimos 4 huevos, salamos y los pusimos encima removiendo un poco. Metimos la cazuela en el horno y aquello empezó a subir.
Y entonces me cuenta la historia de la pátina, que es una receta antigua, que ya la comían los romanos, etc. No recuerdo mucho más, que yo soy chica de ciencias.
Así que me mangoneó las alcachofas, eligió recipiente, me hizo encender el horno, y todo contento sacó las fotos. Ya solo me falta darle la contraseña del blog. Menos mal que de informática no tiene ni idea jajajajjaja.

Aproveché el momento para sacar este plato de mármol que me había agenciado en una tienda y que sabía que le gustaría. Como le había dejado meterse en la cocina se lo colé y se quedó pensando cuántas cosas habrá por ahí guardadas compradas a escondidas. Si él supiera!!!!!! Pero si a él le va la marcha más que a mí!!!!!!!
Salud amig@s.