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14.12.09

Marquesas


Desde aquí con todo mi respeto les pido a las monjas del Monasterio de Santa María del Socorro de Sevilla, que me dejen cambiar el nombre a la primera receta de su libro: Los dulces del convento, que ellas han llamado Almendrados. El resultado de esta receta son unas Marquesas deliciosas como jamás en mi vida he probado. 
Os recomiendo el libro que está lleno de consejos y buen hacer, las fotografías son preciosas y las explicaciones muy buenas.
Ellas llaman esta receta: Almendrados. Para mí un almendrado lleva implícita la característica del crujiente de la almendra. De esta receta salen unas blanditas marquesas con un excelente sabor a limón que va atenuándose conforme pasan los días. La mezcla de la almendra (marcona a ser posible) con la yema y la mantequilla (de buena calidad) da lugar a una deliciosa masa de la que saldrán estos preciados dulces en forma de magdalena que conservan perfectamente un mes.
Como no tengo permiso para publicar la receta ni la cara dura para cambiar el nombre, copiarme los ingredientes y publicar, os sugiero que os compréis el libro, no os arrepentiréis.
Y digo yo: a cambio de la publicidad del libro, qué me llevo yo?
Os planteo el post de esta manera, es un buen comienzo para un debate sobre lo que en estos días está a la orden del día en internet, la privacidad, el cierre de webs, las descargas..... .
Debo copiar la receta del libro para compartirla con vosotras o el derecho de autor me lo impide?
Si hago referencia al libro, es suficiente para publicar la receta?
Cómo debería regularse esto?
Una vez copié la leche de avena del libro de las leches vegetales y su autora, Mar, me contestó diciendo que no tenía derecho a publicar una receta, una receta que todo Thermomixlandia conoce y que ella no ha inventado pero que, al fin y al cabo, publicó en su libro y tiene los derechos de autor. Un libro que, por su precio, con tan solo por lo que se ahorra haciendo un par de recetas, vale la pena comprar.
Es un tema complicado porque pienso que en Cocina está todo inventado y este es un sitio para compartir nuestros conocimientos, la imaginación que ponemos al hacer las comidas, nuestras experiencias a lo largo de la vida, nuestra capacidad de transformación de unos ingredientes por otros.
Cada uno se pone sus límites y yo, según voy cometiendo errores, voy aprendiendo. 
Si aquella vez, ofendí a Mar, esta vez no voy a ofender a las monjas.