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26.11.08

Me encuentro cocida como este huevo, el cariño cruza el charco y un hasta pronto


Como este simpático huevo cocido me encuentro. Cuando ya estoy consiguiendo verdaderos progresos en mi hombro, movilidad y concentración hasta en la lectura, algo poco habitual en mí, suceden una serie de acontecimientos que me dejan hecha polvo. Se que en este blog cabe lo que yo quiera escribir, que para eso es mi lugar, pero si me pongo a contar, además de que no es el objeto del blog, no trata de comida ni de cáncer, digo, a contar mi estado anímico inquieto de estos últimos días, vuestra atención va a ser tal que no encuentro ya idioma para dar las gracias por todo el apoyo recibido.
Estoy tan sumamente absorta en las últimas circunstancias que he vivido que mi atención está fijada en una dirección distinta a lo que me va a acontecer estos días venideros.
Me he empeñado siempre en huir de los problemas, y ahora leo que para cuidar mi alma todo lo que tengo que hacer es observarlos. Mi tendencia a la dependencia emocional ha sido siempre tal que ello ha supuesto una piedra en mi desarrollo como ser humano, y ahora leo que la dependencia no es mala, que al fin y al cabo, no pasa un minuto que no dependamos unos de otros. Lo que debemos hacer es no llevar esa dependencia al extremo, observarla pero no reprimirla porque al reprimir, al querer aspirarla estaríamos quitando parte de la esencia de nuestra alma.
Son posturas diferentes al enfoque que había estado dando yo a mi vida y me devuelven la riqueza de corazón que siempre pensé que había desperdiciado dando atención a gente que luego no la mereció. Ahora lo veo de forma distinta, esa riqueza vuelve a mí porque es parte de mi alma. Es una teoría que me convence, va más allá y viene de muy antiguo según el autor.
Por tanto no podrá haber post sin un problema u otro de por medio, pero no por nada especial, sino porque la vida en sí es un problema, nos trae problemas y son esos problemas los que nos dan la vida.

Nuevamente el cariño dentro de un sobre. Esta persona ha traspasado el umbral de lo permitido afortunadamente para mí. No se le ocurrió otra cosa que ampliar una foto que yo había publicado para copiar mi dirección y hacerme llegar este ángel de plata que ha hecho ella misma acompañado de sus palabras. Esto me deja completamente ko. Me pidió disculpas, el colmo ya, y me dijo que no me enfadara, por Dios!!!.Pero es que no la conocía de nada, nunca habíamos hablado, no se si le había dejado algún comentario navegando pero no era asidua a su blog.
Gracias Amalia, desde tan lejos pero tan cerca, un regalo precioso para llevar a un momento difícil y seguir llevando estas Navidades. Con el suéter morado queda precioso pero con el gris va de infarto.

Aunque me temo que como más bonito queda es encima de la piel allá cuando pueda lucir mi escote.
Chic@s estoy agradecida, pequeñas cosas como esta cuidan el alma según el libro que estoy leyendo (el que me llegó del Norte: El cuidado del alma, de Thomas Moore), pero no dejo de estar triste, no lo puedo evitar. Hay comportamientos en la gente que
no entiendo, no se si por falta de respeto por mi parte o porque quiero abarcar mucho o porque no se olvidar o porque busco fuera lo que diariamente tengo dentro, pero creedme que hay días, muchos días que me dan ganas de hacer un lote con el ordenador y el móvil, rifarlo en una feria y dedicarme a cuidar cabras en el monte.
Empieza ya la cuenta atrás, me toca abrir el arcón y hacer la maleta para irme de viaje a ese lugar en el que te atraviesan la garganta para tener controladas tus constantes vitales o para suministrarte oxígeno o quizás para administrarte la anestesia, qué narices se yo si nunca he estudiado medicina!!!!. Esta vez no me arrancarán nada mío, me pondrán algo artificial y lista!!!. Pienso en el helor del quirófano, en que quizás se pongan música para abrirme, en sus risas al tiempo que trabajan con mi cuerpo y quisiera estar ya de vuelta. El postoperatorio será menos duro, además mi hombro está muy trabajado y aunque pueda dar quizá un paso atrás, no será difícil volver a ponerlo todo en marcha. La persona del fisio osteópata Dr. César Gimilio ha sido importantísima en mi recuperación. Digo persona porque lo suyo no sólo es curar, es dar unas herramientas al paciente para que este se vaya recuperando solo y además su carácter es de tal vitalidad que pone en marcha lo más oxidado que podáis encontrar por vuestras casas. Recuerda el día que me vió por primera vez y no da crédito a mi estado actual.
Y en lo que a cocina se refiere, he hecho hoy un estofado de carne de ternera muy bueno pero estaba un pelín salado y he decidido no fotografiarlo, qué tonta!!!, como si la sal, como si el sabor también fuera a salir en pantalla, que se me va la olla. He puesto este huevo solo para deciros que suelo tenerlo hirviendo 8 minutos clavados para que salga a nuestro gusto, ni blando ni duro, es ese puntito.... .
Entonces, con todo lo que me habéis mandado, con todo vuestro cariño colgado de mi cuello, como si fuera un árbol de Navidad, me voy para allá, y aunque a quirófano entraré desnuda hay algo que escapa al poder de los médicos, mi alma, que no va a entrar desnuda: mi familia, mis seres queridos y vosotr@s, entráis con ella.