Páginas

26.10.10

El figatell

El figatell es una pequeña hamburguesa que se elabora con la carne más humilde del cerdo: el tocino magroso y el hígado. Se envuelven con la mantellina que ayuda a unir la carne picada y manipularla.

Perfumados con canela, nuez moscada, pimienta negra, con el frescor del perejil y la riqueza de los piñones, asaltan la sartén inundando la casa de perfumes.
Hay tantas recetas de figatells como carniceros existen pero la ignorancia de no haberlos probado todos y la pasión por nuestras raíces, hace que, para mi familia, la mejor receta sea la de nuestro querido primo carnicero Enrique Femenía, quien heredó la carnicería de mi bisabuela Remedios y que, después de toda una vida de dedicación, consigue sabores excepcionales en todo el embutido que hace.
La presencia de "els figatells" es común en todo el Mediterráneo aunque muchas zonas se disputan el origen. La costumbre de tomar el aperitivo antes de las comidas generalizó su consumo en zonas como la nuestra, La Safor y otras.
El gusto debe ser equilibrado, no debe predominar ningún ingrediente dando lugar a un sabor autoritario, ni debe haber ausencia de otro.
No se trata de hamburguesas, ni de relleno. Podríamos definirlo como un envuelto por una "mantellina" comestible. Una especie de "coquetes" de hígado como se les conoce en la Vall d'Albaida.
Deben ser pequeños, para que los podamos comer con un par de mordiscos. Es preferible comer varios que hacerlos de gran tamaño porque nos resulten escasos.
Se asan a la plancha con apenas unas gotas de aceite pero alcanzan su máximo sabor a la brasa.
Consultado texto de Joan L. Mollà para escribir este post.